Una noche cerca de Navidad, cuando acababa de cortar el cuero e iba a acostarse, le dijo su mujer: -Vamos a quedarnos esta noche en vela para ver quiénes son los que nos ayudan de esta manera. El
marido consintió en ello, y dejando una luz encendida, se escondieron en un armario, detrás de los vestidos que había colgados en él, y aguardaron para ver lo que iba a suceder. Cuando dieron las
doce de la noche, entraron en el cuarto dos lindos enanitos completamente desnudos, se pusieron en la mesa del zapatero y tomando con sus pequeñas manos el cuero cortado, comenzaron a trabajar
con tanta ligereza y destreza que era cosa que no había más que ver. Trabajaron casi sin cesar hasta que estuvo concluida la obra, y entonces desaparecieron de repente.......