Al cabo de los tres días quiso volverse decididamente: le llenaron los bolsillos de oro y la condujeron hasta la puerta de su subterráneo. Al llegar a casa de sus amos, quiso ponerse a trabajar
porque encontró la escoba en el mismo sitio en que la había dejado. Pero halló en la casa personas extrañas que le preguntaron quién era y lo que quería. Entonces supo que no había permanecido
tres días como creía, sino siete años enteros en casa de los enanos y que durante este tiempo habían muerto sus amos. Hermanos Grimm