Había una vez un león muy hambriento, que acercándose a un valle vio a tres grandes toros pastando muy plácidamente. Un toro era rojo, el otro negro y el tercero blanco. El león estaba realmente muy hambriento, pero era imposible que pudiese luchar contra tres poderosos toros a la vez y vencerlos. Se le ocurrió entonces una idea. Se acercó a los toros rojo y negro y les dijo: ''miren cuan pálido y desagradable se ve el toro blanco.
Déjenme que vuelva mañana por la mañana y yo me lo devorare, y así ustedes y yo podremos compartir juntos la vida en el valle'. Los dos toros aceptaron considerar la propuesta y contestarle al día siguiente.
Al llegar el león al valle, los toros le dijeron que efectivamente también a ellos les parecía que el toro blanco se veía muy pálido y desagradable, y que aceptaban gustosos que el león se
encargue de devorarlo. El león se puso manos a la obra, y en pocas horas había acabado con gran parte de aquel toro. A la semana siguiente, el león estaba nuevamente con muchísima hambre.
Se acerco al valle y al ver a los dos toros pastando, también le pareció que sería una empresa muy difícil poder luchar contra ambos. Se acercó entonces al toro de color rojo y le dijo así: mira
al toro negro que sucio y feo que se ve. Déjame venir mañana y devorarlo y tú y yo compartiremos juntos la vida en el valle. El toro rojo aceptó gustoso considerar la propuesta y al día siguiente
le dijo al león que también a él le disgustaba el aspecto sucio y desagradable del toro negro, aceptando con gusto que se lo comiera. El león, nuevamente, se puso manos a la obra y en pocas horas
se lo había devorado casi completamente.
Plácidamente se retiro de aquel valle para descansar en su cueva. En la tercera semana, cuando nuevamente se hallaba con hambre, se acercó al toro rojo y le dijo: ''prepárate, pues en unos
minutos voy a comenzar a devorarte.El toro rojo lo miró y le dijo: pero ¡Cómo?! No éramos amigos que íbamos a vivir compartiendo juntos la vida en el bosque? El león lo mira y le dice: amigos …
amigos, pero cuando yo tengo hambre dejan de existir los amigos, y efectivamente comenzó a devorarse al último de aquellos toros.
Moraleja: La unión y la lealtad hacen la fuerza.
Cuento árabe popular