Hans Christian Andersen
......-¡Se está muy cómodo! -decían-. Aquello ya era demasiado y me alejé, en dirección
a la morada de Ole.
-¡Es día de mudanza! -dijo-. Calles y callejones están convertidos en cubos de basura; unos cubos de basura grandiosos. A mí me basta con un carro lleno.
Siempre puedo sacar algo de él, y así lo hice, poco después de Navidad. Bajé a la calle; el tiempo era rudo, húmedo, sucio, muy a propósito para enfriarse.....