
La zorra y el labrador
Había un hombre que odiaba a una zorra porque le ocasionaba algunos daños en sus cosechas. Después de mucho intentarlo, pudo al fin cogerla, y buscando quitarse el problema le ató a la cola una mecha empapada en aceite y le prendió fuego.
Pero la zorra huyó a los campos que cultivaba aquel hombre. Era la época en que ya estaba lista para la cosecha para la recolección del producto y el labrador siguiendo a la raposa, contempló llorando, cómo al pasar ella por sus campos, se quemaba toda su producción. (Esopo)
Moraleja: Procura ser comprensivo e indulgente, pues siempre sucede que el mal que generamos, tarde o temprano, de una forma u otra regresa en contra
nuestra.