Imitar buenos modales
Los modales no son aplicados con las mismas normas en todos los lugares, según cada lugar existen unas costumbres y, en parte, los modales son costumbres de educación y respeto según los hábitos
sociales de cada población.
Por consiguiente, no vamos a relatar una serie de modales pues podría suceder que en algún lugar del mundo ese tipo de modal pudiera ser de mala educación. Nos centraremos, más bien, en su beneficio en las relaciones y el respeto que se desprende de ellos. Es conveniente desde pequeños ir enseñando a nuestros niños las directrices de una buena relación para la convivencia general; el comportamiento cortés y cordial facilita mucho las relaciones sociales y familiares, con seguridad, un trato afable y amable nos gusta a todos.

Saludar, dar las gracias al recibir algún regalo o pedir las cosas por favor son modales que se practican en todo el mundo aunque pueda ser expresado de diferentes maneras.
Una persona con buenos modales siempre conseguirá ser cercana y bien recibida en cualquier sitio mientras que, probablemente, otra persona con modales bruscos será rechazada.
Tratar a la gente de la mejor manera posible, siempre ayuda y favorece las interrelaciones humanas.
Cómo enseñamos buenos modales a nuestros niños? Pues aunque ya sé que es reiterativo, la mejor manera (para mí) es el ejemplo. Los niños aprenden mucho por imitación, un modelo, o más bien
el modelo que han adoptado para imitar será determinante en los aspectos que copien; ellos irán adquiriendo una configuración determinada conforme la figura que imitan. Así pues, el
buen ejemplo en los modales de los adultos presentes, sin duda es un bien que favorece y beneficiará a las generaciones siguientes.
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