Niños que ven mucha televisión (parte 1ª)
En los niños y adolescentes, los programas de televisión influyen en los valores, en su percepción del mundo y en el modelo social que están construyendo. Los
niños que ven muchos programas y en particular de contenido agresivo (algunos dibujos animados lo son) estarán absorbiendo de forma real unas dosis de agresividad que, además, si va acompañada de
cierta admiración por el héroe de la historia, multiplicará la pretensión de emulación.
La televisión, como casi todo, no es ni positiva ni negativa, dependiendo del uso y el tiempo del mismo nos aportará algo bueno o no tan bueno.
Desde temprana edad o cuando los niños empiezan a ver televisión tenemos que fijar unas normas inamovibles.
La televisión nunca debe ser un premio sino algo que forma parte de una serie de aparatos cotidianos y de uso en el hogar. Les ofreceríamos como premio poner una carga de lavadora? Pues en el caso de la televisión es una carga de imágenes.
Los niños que reciben como premio ver la televisión pueden sobre valorar su importancia, imaginarla como algo estupendo y hacer esas tareas que se les pide, tan sólo con la intención, de poder
ver la televisión. La televisión forma parte de las cosas rutinarias mientras que, los premios son excepcionales por diferentes causas. No debemos elevar la televisión a la escala de
premio.
Es curioso que muchas veces todos los padres ofrecemos, con buena intención, premios no muy beneficioso (chuches, tele…) y nos olvidamos de cambiar esa costumbre tan arraigada por la de leer un cuento, por ejemplo. Es interesante tener guardado un cuento que el niño nunca haya visto para ofrecerlo como premio al que llamaremos libro. Compraremos otro cuando ya lo haya leído aunque, pueden ser muchas cosas…. Un librito para colorear, o para recortar, una cajita de lápices de colores…. Sí, también de vez en cuando alguna chuche, pero televisión como premio no se debe.
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